piątek, 26 listopada 2010

Imaginantes: "El vendedor de sueños" Milorad Pavic

  
MILORAD PAVIC: EL VENDEDOR DE SUEÑOS
Por José Gordon
-¿Qué es lo que ofrece venderme?

-Su futuro. Le puedo vender un fragmento de su futuro. No más de un minuto. Tal vez unos diez segundos más. Pero admitámoslo, vale la pena obtener, hoy mismo, una parte que soñaría en tres años o cuando tenga cincuenta.

-¿Es caro?

-Sí, pero no en dinero. Como tampoco la mercancía tiene una forma real. No se trata de un día de su futuro, sino de una noche, además, una noche futura que habrá dormido. Voy a repetirlo. La mercancía es en realidad un sueño suyo que debería soñar en el futuro, trasladado a su presente.

El vendedor de sueños que aparece en este diálogo es el protagonista andrógino de la novela Pieza única, de Milorad Pavic (Sexto Piso Editorial, 2007). Al explicar el valor de su peculiar mercancía, señala que no se trata de un producto de segunda mano como los sueños ya soñados en los que se interesan Jung o Freud. El argumento de venta propone que los sueños futuros aún no soñados son una ventana abierta al porvenir sin la necesidad de mediación de brujos o adivinos.

La compra de estos sueños forma parte esencial de la trama de Pavic en torno a una serie de misteriosos asesinatos. Ahí se encuentran las pistas que invitan al lector a internarse en el laberinto que propone el escritor serbio. Este juguete literario forma parte de una obra que intenta escapar de las formas tradicionales de narrativa. El autor de textos como el Diccionario jázaro, El último amor en Constantinopla (novela de tarot para la adivinación) y Paisaje pintado con té, plantea diversos recorridos o posibilidades de lectura que recuerdan a creadores como Italo Calvino o la Rayuela de Cortázar.

La crítica Jasmina Mihajlovic señala que la literatura de Pavic se presta al juego que abren las computadoras con los llamados hipertextos. Al tocar con el icono de una mano las palabras subrayadas en las páginas de internet, se crean redes de rutas alternas para contar una historia. La intervención del lector crea textos singulares a los que podríamos llamar piezas únicas.

Este tipo de armazón se sugiere en el libro más reciente de Pavic en donde las historias y los sueños se cruzan y entrecruzan. ¿Cómo interpretarlos? El vendedor de sueños nos dice que esa no es su función. Él sólo es un mercader. Pavic deja esta tarea al inspector de policía que investiga los casos criminales y registra diversas hipótesis en su cuaderno de apuntes.



El cuaderno azul

Así, el libro Pieza única se desdobla en otro libro, titulado el Cuaderno azul. El lector tiene en sus manos físicamente dos libros. Al terminar de leer el primero, se pueden consultar las notas del inspector encerradas en tapas azules. Ahí encontramos sus lecturas de Jung con las que intenta descifrar los sueños, podemos seguir su búsqueda de nuevas pistas, nos asomamos a sus dudas, a conjeturas que abren y cierran distintas soluciones al caso. De pronto se dibuja la figura de un personaje crucial que no ha sido visto ni mencionado en ninguna parte. El inspector registra la voz de una mujer que le revela lo siguiente:

Es alguien que sabe lo que usted escribe en secreto en su cuaderno azul y cuando quiera puede leer cualquier renglón de él. Tal vez lo está haciendo ¡en este mismo momento! Yo sé que usted me metió a mí también en ese cuadernito suyo, pero ése puede meternos a mí y a usted, con todo y su cuaderno, en su bolsillo y olvidarnos ahí para siempre.

De manera inesperada, el lector se encuentra enredado en la trama. Debo confesar que la solución del caso que cada quien aventure no me parece central.

No se puede negar que es un motor de lectura, de intriga, pero me sucede lo que plantea Cavafis en el poema Itaca: el viaje es más importante que el destino. La rareza y audacia de las imágenes de Pavic son inquietantes, fascinan, hacen desear que el camino sea largo, lleno de conocimientos y enigmas. Uno de ellos, que no es menor, es el de la circulación de los sueños. ¿Se pueden soñar los sueños ajenos? ¿Un escritor es, a su manera, un vendedor de sueños que marcan la vida futura, los sueños futuros del lector? ¿Cuáles son los mitos y sueños antiguos que se desdoblan en nuestro presente?

En esta búsqueda, Pavic propone que la tarea del novelista es rescatar la mayor cantidad de piezas de belleza que pueda.

Entrevistado sobre este tema, señaló: Toneladas de belleza se hunden cada día en el Danubio. Nadie lo nota. Quien se percata de ello debe hacer algo. La tarea del artista es rescatar tanta belleza como le sea posible. Debe ser el custodio de la belleza. El custodio de los sueños que se evaporan y a la vez nos habitan.
Fuente: Reforma / MÉXICO
Viernes, 04 de mayo de 2007

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